Shopping Cart

0

Your shopping bag is empty

Go to the shop

Más conexión, menos gritos: el verdadero propósito de la disciplina positiva

By :Suzette Miranda 0 comments
Más conexión, menos gritos: el verdadero propósito de la disciplina positiva

Hay días en que sentimos que no damos más. Que repetir las mismas instrucciones una y otra vez nos agota. Y, sin darnos cuenta, levantamos la voz… no porque queramos herir, sino porque nos sentimos desbordadas. La realidad es que gritar no nos hace malas madres ni malos padres. Nos hace humanos.

Pero también nos recuerda que algo dentro de nosotras está pidiendo una nueva forma de mirar la crianza: una basada en conexión y respeto mutuo, no en el miedo o la obediencia. Y ahí es donde entra la disciplina positiva.

¿Qué es realmente la disciplina positiva?

La disciplina positiva no busca criar niños “perfectos” ni eliminar los retos de la crianza. Su propósito es enseñar habilidades de vida: respeto, empatía, responsabilidad y autocontrol. En lugar de castigar el error, busca entender el mensaje detrás del comportamiento.

Por ejemplo:

Cuando tu hijo grita, no necesariamente está desafiandote, tal vez está frustrado porque no sabe cómo expresar lo que siente. Ahí es donde tú puedes intervenir desde la guía, no desde el miedo.

De controlar a acompañar

Crecimos en una generación donde la disciplina se asociaba con control y autoridad. “Porque lo digo yo”, “Así se hace”, “No me contestes”… eran frases comunes, pero también cortaban la comunicación y la confianza. Hoy sabemos que los niños aprenden mejor cuando se sienten conectados, no controlados, que un “no” puede enseñarse con firmeza y respeto, sin humillar ni gritar.

Acompañar no significa permitirlo todo, significa poner límites con amor, desde la calma, recordando que los niños aprenden de cómo nosotros reaccionamos más de lo que decimos.

Claves prácticas para aplicar disciplina positiva

  • Pausa antes de reaccionar.

    Si te sientes frustrada, respira,no tienes que responder de inmediato. Tomarte unos segundos para calmarte puede cambiar completamente el tono del momento.

  • Conecta antes de corregir.

    Asegúrate de mirar a tu hijo, agacharte a su nivel y mostrar empatía:  “Veo que estás molesto porque no quieres apagar la tablet. Entiendo, a veces cuesta parar.”

  • Enseña en lugar de castigar.

    Pregúntate: “¿Qué quiero que aprenda de esta situación?”  Si el objetivo es que aprenda responsabilidad, busca soluciones juntos:

    “¿Qué podemos hacer para que mañana te dé tiempo de recoger tus juguetes antes de cenar?”

  • Refuerza lo positivo.

    Reconoce los pequeños avances. A veces solo decir “Gracias por intentarlo” tiene un impacto enorme.


Disciplina positiva también para ti

A veces creemos que la disciplina positiva es solo para los niños, pero en realidad también es para nosotras. Porque implica hablarnos con la misma compasión que le damos a ellos cuando se equivocan. No podemos enseñar calma si vivimos en el desbordamiento constante. Por eso, el primer paso siempre será cuidarte tú, reconectar contigo y recordar que cada día puedes empezar de nuevo.

Criar con conexión es un camino, no una meta

No hay fórmulas perfectas.Habrá días en que sientas que das un paso adelante y dos atrás. Pero si estás dispuesta a mirar a tu hijo con amor incluso en medio del caos, ya estás practicando la disciplina positiva. Educar con respeto no significa hacerlo todo bien, significa intentar hacerlo mejor cada día.

¿Te gustó este tema?

Descubre más herramientas, reflexiones y recursos para una crianza consciente en 👉www.aventucrianza.com

Tags :
categories : News

Related post